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Duración: 5 meses
Online - asincrónica
Introducción:
El campo de estudio de la historia y, en particular, los estudios historiográficos y de didáctica y metodología histórica atraviesan un amplio debate y habituales reformulaciones en el transcurso de las últimas décadas. En este marco dinámico se abre la posibilidad de ofrecer la presente diplomatura para profundizar los aspectos conceptuales y prácticos que aportan nuevas perspectivas para la práctica pedagógicodidáctica de esta disciplina.600 hs cátedraCasi desde el mismo momento de su cristalización, la palabra historia pasó a tener dos significados diferentes:
1) las acciones del pasado en sí mismas, es decir, las cosas que sucedieron (res gestae);
2) la indagación sobre «las acciones realizadas por los hombres y el conocimiento de las cosas que acontecieron» (historiam rerum gestarum), en otras palabras, la indagación y relato de las cosas pasadas, la diferenciación entre el pasado histórico (que fue aunque ya no es) y la mera ficción o irrealidad libremente imaginada.
La información se extrae de diversas <fuentes>, que por definición, resultan plurales, fragmentarias, inconexas, finitas y limitadas, se encuentran dispersas entre otros cuerpos de nuestro presente corpóreo y temporal. Estas reliquias o testimonios del pasado no son fuentes hasta que el historiador los organiza y los analiza en función de su investigación. Entonces, no se considera una fuente a todo aquello que ha quedado del pasado, sino a aquello que el estudioso puede seleccionar de todas las posibles huellas, testimonios, documentos y vestigios arqueológicos, entre otros elementos.
Las fuentes primarias resultan básicas para la formación del conocimiento histórico, estas fuentes de primera mano, generalmente provienen de protagonistas o testigos presenciales y son abordadas por los historiadores que dan sus propias interpretaciones de los hechos históricos. Así se construyen fuentes secundarias (basadas en el análisis, síntesis e interpretación de las fuentes previas). Son justamente estas últimas las que constituyen la base de los estudios historiográficos y que representan el núcleo de este proyecto.
Además, la importancia de encarar el estudio de las corrientes historiográficas es arrojar luz sobre la multiplicidad de relatos que existen sobre los hechos. En tiempos de grandes disputas ideológicas, esta premisa resulta esencial para poder llegar a conclusiones más certeras sobre el presente, pero con la mirada en el pasado lejano o reciente. Por esta razón, la escuela resulta fundamental para que los alumnos puedan adquirir técnicas de análisis e interpretación de textos y trazar un relato más apropiado de la realidad que desean interpretar.
El relato es el enunciado narrativo, el discurso oral que encadena una serie de eventos. Representa, en definitiva, el discurso o texto narrativo. El relato alude también a la sucesión misma de los acontecimientos, reales o ficticios, y sus relaciones en el encadenamiento o repetición de los hechos. En este caso, alude a la historia.
En todo caso, el relato como objeto narrativo se mantiene vivo a partir de la relación que expresa con la historia a la que alude. Como discurso, por su parte, se hace efectivo en el contexto de la narra-ción que proyecta. Tanto el tiempo como el modo juegan ambos en el nivel de relaciones entre historia y relato. La voz del relato designa a la vez las interacciones entre narración y relato, y entre narración e historia. Y el orden representa el tiempo de la cosa narrada y el tiempo del relato. Se plantea, por lo tanto, una dualidad temporal.
El propósito de la diplomatura es contribuir a la obtención de un panorama completo y actualizado de las diferentes narrativas en la historiografía y la didáctica de la historia como base de la articulación de la enseñanza de esta disciplina en todos los niveles. Sin embargo, tales conocimientos no sólo son necesarios desde una perspectiva teórica, debido a la gran confusión reinante esta variedad de enfoques-, sino también desde una visión práctica, con la finalidad cierta de contribuir a un mejor conocimiento del análisis de las fuentes.
Por los motivos expuestos, los profesionales docentes tienen una oportunidad de actualizar sus conocimientos acerca del estudio de la historia y su didáctica, de las diferentes perspectivas de abordaje de los estudios historiográficos y del análisis de las fuentes, para la formación general y su respectiva implementación en el ámbito áulico.